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Juan Carlos Díaz Lorenzo
Desde su puesta en servicio, el 8 de julio de 1974, el ferry “Benchijigua” –primero de su clase que existió en Canarias– se convirtió en un claro referente del transporte marítimo en el archipiélago y, especialmente, en la Isla Colombina, que inició una nueva etapa a partir de entonces. Ferry Gomera, que así se llamaba entonces la compañía, puso especial cuidado en la selección del personal que formó parte de la empresa, como eslabón importante de la calidad del servicio que, casi 40 años después, sigue insuperable.
En la foto del archivo de nuestro buen amigo Pedro de las Casas Arteaga vemos un relevo de oficiales en el puente del ferry “Benchijigua”. El capitán Francisco Rodríguez Aguiar atiende las indicaciones del capitán José Jiménez Gutiérrez (ya fallecido) y al fondo, en la banda de estribor, sentado aparece el jefe de máquinas José Yanes conversando con el jefe de máquinas José García Oliva, de paisano. Cuatro grandes profesionales que contribuyeron con su dedicación al buen fin del barco que ya es historia.
Foto: Archivo de Pedro de las Casas Arteaga
Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Benchijigua, Fernando Salvador Sánchez-Caro, puerto de Los Cristianos
Juan Carlos Díaz Lorenzo
Del álbum de los recuerdos, Fernando Salvador Sánchez-Caro, viejo y buen amigo de días felices, capitán de la Marina Mercante y en otro tiempo profesor de la Escuela Superior de Náutica de Santa Cruz de Tenerife, nos envía esta foto tomada en agosto de 1978 a pie del muelle de Los Cristianos, cuando realizaba relevos de capitán a Servando Peraza García en el primer ferry “Benchijigua”, el barco que hizo posible un nuevo amanecer en la historia de La Gomera.
En la foto, de izquierda a derecha vemos a Ángel Umbría, jefe de máquinas, que posteriormente ingresó en la Reserva Naval (RNA), su esposa y su padre. La foto está tomada con motivo de una visita de los mencionados al ferry “Benchijigua” coincidiendo con la estancia a bordo del capitán Fernando Salvador Sánchez-Caro. Quien, por cierto, enseñó a sus compañeros de profesión a abreviar el tiempo de maniobra de este tipo de buque, por entonces novedoso en Canarias.

Ángel Umbría, su esposa y su padre, junto al capitán Fernando Salvador Sánchez-Caro. Al fondo, el yelmo levantado del primer «Benchijigua»
Foto: Fernando Salvador Sánchez-Caro
Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Benchijigua, cabo enredado, Ferry Gomera, hélice, historias de la mar, La Gomera, motores, puente de mando, transporte marítimo
Tomás González Sánchez-Araña (*)
Eran las 18 horas de un día de verano del año 1976, cuando se iniciaba la maniobra para el desatraque y salida del ferry “Benchijigua” del puerto de San Sebastián de la Gomera. Habían embarcado casi 400 pasajeros, la mayoría turistas que venían en cuatro autobuses y varios camiones y turismos. Todavía con el barco atracado se arrancaron los motores y se aligeraron los primeros cabos.
Las hélices estaban girando a paso cero, es decir con ángulo de ataque nulo. Al largar un cabo de popa desde el noray del muelle, éste se hundió porque no flotaba y se enredó en el núcleo de la hélice de babor. Se abortó la maniobra de desatraque del muelle, se pararon los motores y el barco quedó de momento inoperativo hasta que no quedasen las hélices libres del problema.
La estacha era de material de polipropileno de cuatro cordones, que no flota en el agua cuando se larga, como ocurre con las estachas de nylon que sí flotan, pues son más resistentes, también más caras y no tienen posibilidad de ser atraídas por las hélices.

El capitán Tomás González Sánchez-Araña, en el puente de mando del primer "Benchijigua"
En aquella época no existían buzos o submarinistas en La Gomera que pudieran sumergirse hasta las hélices, aunque solo estaban a unos tres metros de profundidad. No quedó otro remedio y el capitán del barco (*) se quitó el uniforme, bajó del puente en bañador armado con un afilado cuchillo de cocina y desde el muelle se tiró al agua. Fueron necesarias varias inmersiones en apnea para cortar los cuatro cordones de la estacha de seis pulgadas y dejar la hélice libre.
Durante la operación de cortar la estacha y por efecto de la flotabilidad, el capitán apoyaba la espalda contra el casco del barco y se produjo unos cortes superficiales porque estaban adheridas muchas conchas de pequeños mejillones con sus bordes afilados.
Los pasajeros, turistas y locales asomados a la borda presenciaban el espectáculo y cuando el capitán subía por la escala, rompieron en una sonada ovación. Con sólo unos quince minutos de retraso en la salida oficial del buque, la hélice quedó liberada. El capitán subió de nuevo a bordo y todavía en bañador realizó la maniobra de salida desde el alerón de babor.
Entre los pasajeros viajaba de turista un periodista noruego que al día siguiente publicó la noticia en la prensa de Oslo. Poco tiempo después el propio Fred Olsen felicitó personalmente al capitán y le entrego un reloj de regalo.
(*) Capitán de la Marina Mercante
(*) El capitán era el que suscribe, muy joven en aquella época y que no tenía ningún problema para sumergirse a tres metros de profundidad, pues había sido nadador del Club Natación Metropol y luego del CN Alcaravaneras, ambos de Las Palmas.
Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Benchijigua, Ciudad de La Laguna, Compañía Trasmediterránea, Ferry Gomera, Salvador Ventura Moreno, Tomás Ravelo García, Villa de Agaete
Tomás González Sánchez-Araña (*)
Salvador Ventura y Tomás Ravelo fueron dos excelentes profesionales y carismáticos capitanes de Trasmediterránea, a los que conocí y mantuve con ellos una buena relación personal. En estos días, al ver la foto que Juan Carlos Díaz Lorenzo ha publicado en su exitoso blog, han venido a mi mente multitud de recuerdos. Aprovecho la ocasión para contarles algunas anécdotas.
En 1964 estaban ambos embarcados en el buque “Plus Ultra”, en el que Salvador Ventura era el capitán y Tomás Ravelo el primer oficial. El barco hacía la línea Cádiz-Canarias. En enero de aquel año embarcamos en dicho barco un centenar de quintos de remplazo para incorporarnos al cuartel de San Fernando para realizar la instrucción premilitar. Entre ellos había varios pilotos y oficiales de máquinas, que en aquella época por ser titulados de la Marina Mercante solo tenían que servir durante seis meses en la Marina de Guerra, tres meses de instrucción militar y otros tres embarcados en algún barco de la Armada.

Tomás Ravelo (izq.) y Salvador Ventura, capitanes de Trasmediterránea
Nos metieron a todos en el sollado donde se habían instalado unas literas, aquello era terrible. Entre los pilotos estaban Manuel González Pérez (q.e.p.d.), Enrique García Melón, Ferragut y otros entre los que yo me encontraba. Manolo González y yo nos encontramos con Tomás Ravelo que nos presentó al capitán Ventura y nos atendió de manera exquisita. Nos dio un camarote y viajamos en primera clase durante los más de tres días que duró la travesía de Las Palmas a Cádiz. A mi paisano Tomás Ravelo yo lo conocía y a su familia de Las Palmas desde siempre.
Diez años después, en 1974, Salvador Ventura Moreno, al mando del emblemático “Villa de Madrid”, ganó el concurso “Puente de Mando” de Radio Nacional de España, Centro Emisor del Atlántico, en el que competían las tripulaciones de los buques españoles. Al año siguiente, en 1975, fue el capitán del ferry «Benchijigua» el que ganó este concurso en dura competencia con el capitán de Trasmediterránea.
Aquel año de 1975 recibimos en el car ferry «Benchijigua» la visita del subsecretario de la Marina Mercante, almirante Amador Franco, acompañado del presidente de Trasmediterránea. Fueron recibidos por el presidente de Ferry Gomera, almirante Boado Endeiza y por el capitán del barco, el que suscribe.
Estaban interesados en conocer el funcionamiento del nuevo ferry, que era el primer buque de su clase que había navegado en España y tanto éxito estaba teniendo. Trasmediterránea estaba gestionando la compra de los ferries finlandeses “Floria” y “Botnia”, de la compañía Silja Lines, que después fueron importados y abanderados en España con los nombres de “Ciudad de La Laguna” y “Villa de Agaete”. A raíz de esta visita, Compañía Trasmediterránea nos envió a sus capitanes Tomás Ravelo y Enrique Palacios, para realizar un “training” a bordo del “Benchijigua” y que conociesen la manera de operar del novedoso barco, tan diferente a los buques de su compañía.
Estuvieron con nosotros durante una semana realizando todos los viajes entre San Sebastián de La Gomera y Los Cristianos y pudieron comprobar el frenético ritmo de este pequeño ferry, que era capaz de embarcar 400 pasajeros y cien coches en menos de media hora, tan diferente de la tranquilidad con la que se operaba en los buques de Trasmediterránea.
Salvador Ventura (q.e.p.d.) y Tomás Ravelo, dos históricos capitanes y excelentes personas y profesionales han dejado un grato recuerdo en la crónica marítima de Canarias. Suerte tener amigos como Juan Carlos Díaz Lorenzo que nos sorprende gratamente con sus publicaciones en las que recupera la memoria de las gentes de la mar.
(*) Capitán de la Marina Mercante
Filed under: Uncategorized | Etiquetas: Açor Lines, Amsterdam Maritiem Transport Maatschappij (AMTM), astilleros de Ulsteinvik, Bahuja Jaya, Bajamar, Benchijigua, Benchijigua Express, Betancuria, Bismillah, Black Prince, Black Watch, Blenheim, Blessed Mother, Bonanza, Buenavista, Cachalote, El Arcángel, Ferry Gomera, Fred. Olsen, Fred. Olsen & Co., José García Oliva, Servando Peraza García, SF Lines, Silja Lines, Viking Line
Juan Carlos Díaz Lorenzo
Probablemente, al igual que a ustedes, estimados lectores y, sobre todo a quienes conocimos el ferry Benchijigua, llamado después Bajamar, se habrán llevado la misma sorpresa que quien suscribe en el momento de ver la actual imagen del barco, navegando por los mares de Indonesia con el nombre de Bahuga Jaya.
Reconocemos que, al principio, nos costó un poco tanto por el corte de la proa como por los colorines con los que lo han pintado. Pero, en efecto, es el mismo barco que tanto apreciamos por sus cualidades marineras, por lo mucho que significó para el desarrollo y las comunicaciones marítimas de La Gomera y por la gente que navegó en él y, especialmente, quien siempre fue su capitán titular, Servando Peraza García, actual comodoro de la flota de Fred. Olsen Express, al mando del “fast ferry” Benchijigua Express, el trimarán más grande del mundo; y José García Oliva, jefe de máquinas, profesionales ambos de gran valía, además de personas excelentes y viejos y buenos amigos.

"Bahuga Jaya": de esta guisa navega el segundo "Benchijigua"
Este buque, llamado en origen Bonanza y su gemelo Buenavista fueron construidos por encargo de Fred. Olsen & Co. en los astilleros de Ulsteinvik (Noruega) con una doble finalidad: reforzar la línea frutera Canarias-Continente y Canarias-Inglaterra en los meses de la zafra, como apoyo de los ferries Black Watch, Black Prince y Blenheim y como ferry de pasajeros, en verano, en las líneas del Norte de Europa, continuando así con la larga tradición de líneas regulares que Fred. Olsen & Co. posee desde los años treinta del siglo XX.
El proyecto de los nuevos buques estaba definido a finales de 1969 y el contrato para la construcción del primero de ellos se firmó el 30 de abril de 1970. El 27 de febrero de 1971 se procedió a su botadura con el nombre de Buenavista y el 1 de junio del citado año se entregó a Fred. Olsen & Co., siendo matriculado en el puerto de Kristiansand. El coste final ascendió a la cantidad de 32,5 millones de coronas noruegas.
Construcción número 63 de la citada factoría, entonces era un buque de 2.719 toneladas brutas, 1.471 netas y 725 de peso muerto, siendo sus principales dimensiones 96 metros de eslora total, 16,21 de manga y 4,50 de calado. Propulsado por dos motores Werkspoor 8TM410, con una potencia de 8.800 caballos, acoplados a dos ejes y hélices de paso variable sistema kamewa, que le permitía alcanzar una velocidad de 19 nudos. Disponía de una cámara para 750 pasajeros en clase única repartidos en dos salones y un garaje con capacidad para 200 vehículos y, asimismo, estaba preparado para el transporte de 12 vagones de ferrocarril. Código IMO 7104984.

El ferry "Buenavista", en sus primeros años de mar
Desde su puesta en servicio y hasta 1984, en la temporada de zafra frutera y hortalizas frescas (septiembre a mayo) navegó en la línea de Canarias cumpliendo con los contratos de exportación. A partir del verano de 1971 cubrió la línea Kristiansand-Hirtshals, en la que permanecería cada campaña hasta 1984.
En marzo de 1974 se procedió al alargamiento del casco, insertándole una nueva sección de 11,43 metros, efectuándose los trabajos en los astilleros Nylands, en Oslo. A partir de entonces fue un buque de 106,43 metros de eslora total y 6,16 de calado, con un registro de 5.123 toneladas brutas, 1.594 netas y 3.180 de peso muerto, disponiendo de capacidad para 900 pasajeros y 240 automóviles.
En diciembre de 1975 el buque fue vendido a la sociedad holandesa Amsterdam Maritiem Transport Maatschappij (AMTM), en realidad una filial de Fred. Olsen & Co., en 32,8 millones de coronas noruegas. El barco siguió atendiendo las mismas líneas en invierno y verano, excepto en la campaña de 1982, en que fue fletado a la compañía finlandesa SF Lines, navegando en la línea Kapellskar-Mariehamm y pintado el casco, en grandes caracteres en color rojo, con el nombre de Viking Line.

El ferry "Buenavista", cuando estuvo fletado por Viking Line
En abril de 1984 el buque fue vendido a la compañía marroquí COMARIT, también participada por Fred. Olsen & Co., siendo abanderado y matriculado en Tánger con el nuevo nombre de Bismillah. Esta nueva etapa tuvo un desarrollo parecido a la anterior, pues en invierno realizó el transporte de hortalizas de Marruecos a los mercados europeos y en verano cubrió la línea Tánger-Algeciras. En varias ocasiones, además, sustituyó al ferry Benchijigua en la línea La Gomera-Los Cristianos con motivo de sus varadas anuales reglamentarias.

Siendo "Bismillah", en su larga etapa con bandera de Marruecos

En su última etapa, mexicano y rebautizado "El Arcángel"
Después de 22 años en este servicio, y cuando el buque contaba casi 34 años de vida marinera, en abril de 2006 fue vendido a la compañía mexicana Naviera San Miguel, siendo rebautizado con el nuevo nombre de El Arcángel. El comienzo de esta nueva etapa estuvo plagado de notables incidencias de diversa naturaleza y acabó como era previsible.
El 12 de noviembre de 2007, con el barco averiado y soplando muy mal tiempo en Puerto Morelos, rompió amarras y encalló sobre un arrecife, en un espacio natural protegido, reavivándose una agria polémica local sobre la presencia de barcos viejos en la zona y el tráfico de influencias para otorgar la licencia de navegación. Transcurrieron nada menos que ocho meses hasta que pudo ser reflotado y, finalmente, en octubre de 2008 fue desguazado, acabando así la vida marinera del antiguo ferry Buenavista.

El barco quedó varado muy cerca de la orilla de la playa

La imagen ilustra claramente el alcance de la varada
Por lo que se refiere al ferry Bonanza, ahora llamado Bahuga Jaya, es la construcción número 64 del astillero de Ulsteinvik y fue entregado a Fred. Olsen & Co. el 12 de mayo de 1972, siendo matriculado, al igual que su predecesor, en el puerto de Kristiansand. Sus principales características técnicas eran las mismas de su gemelo. Código IMO 7206392.
Su vida marinera comenzó siendo fletado a la compañía finlandesa Silja Lines para atender la línea Marienham-Norrtälje, en la que permaneció hasta finales de agosto del citado año. Es de señalar el dato curioso de que se pintó a media eslora y en grandes caracteres el nombre de la línea y, además, el precio del viaje: 7 coronas. Después, y al igual que ocurriera con su gemelo Buenavista, pasó a cubrir la línea frutera de Canarias y a partir del verano de 1973, la línea Kristiansand-Hirtshals, ampliada, al año siguiente, hasta el puerto de Arendal.

El ferry "Bonanza" se estrenó en Finlandia fletado por Silja Lines

En su etapa como "Bonanza", siendo propiedad de Fred. Olsen & Co.
En el verano de 1976 estuvo fletado por Brittany Ferries y navegó en las líneas Plymouth-Roscoff y Plymouth-St. Malo, acabando la campaña en la línea Kristiansand-Hirtshals. Esta primera etapa de la historia del buque se cerró en el verano de 1980, cubriendo las líneas Kristiansand- Hanstholm y Arendal-Hanstholm, respectivamente.
En agosto de 1980, el buque fue vendido a Ferry Gomera, una sociedad española de Fred. Olsen, en 300 millones de pesetas. Abanderado en España y rebautizado Benchijigua, en octubre del citado año se incorporó a la línea La Gomera-Los Cristianos, en la que relevó al primer Benchijigua, entonces rebautizado Betancuria, que iniciaría poco después una nueva línea entre Corralejo y Playa Blanca.

"Benchijigua": un barco importante para La Gomera

"Bajamar": segunda etapa en Canarias
En octubre de 1994 el citado buque fue rebautizado Bajamar, mientras que el nombre de Benchijigua había pasado a otro ferry adquirido en Dinamarca, ex Djursland, incorporándose, en unión del ferry Bañaderos –ex Pride of Cherbourg, ex Viking Voyager– a la nueva línea entre Santa Cruz de Tenerife y Agaete (Gran Canaria).
En el verano de 1999, cuando ya se había incorporado el primer “fast ferry” de Fred. Olsen Express, el ferry Bajamar fue fletado a la compañía Açor Lines y pintó en el costado, en grandes caracteres, el nombre de Cachalote. Luego vino una larga etapa de amarre en el puerto tinerfeño –el de su matrícula- y en junio de 2001 fue vendido a la compañía filipina SAM Inc., con sede en Manila, siendo abanderado en St. Vincent & Grandines con el nuevo nombre de Blessed Mother.

Rebautizado "Blessed Mother", atracado en Santa Cruz de Tenerife
Transcurrieron nueve años en los que el buque estuvo navegando por el archipiélago de Filipinas y en 2009 fue vendido a la sociedad indonesia Atosim PT Pelayaran Lampung, siendo rebautizado, como se cita, con el nuevo nombre de Bahuga Jaya, iniciándose así una nueva etapa cuya duración estimamos que no será muy larga, si consideramos, entre otras razones, la aplicación del SOLAS 2010. Otra cosa es que sea de riguroso cumplimiento en aquellas latitudes.
Fotos: Peter Asklander, Bruce Peter, Linus Andersson, Göran Olsson, Christer Samuelsson, Cees De Bijl y Ton Grotenboer (www.faktaomfartyg.com y www.navierasanmiguel.com) y archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo