De la mar y los barcos


El viaje de Noelia Afonso, flamante “Miss Europa”, a Venezuela, a bordo del trasatlántico español “Montserrat”

Juan Carlos Díaz Lorenzo

Manuel Marrero Álvarez, que desempeñó durante años el cargo de delegado regional de Compañía Trasatlántica Española y es el autor del libro Trasatlántica y la emigración canaria a América, dedica un capítulo del mismo al viaje que hizo la flamante Miss Europa 1970, Noelia Afonso Cabrera, a bordo del trasatlántico Montserrat, a finales del mes de julio de 1971.

Forjada, desde entonces, una entrañable amistad entre ellos, a raíz de la publicación de este interesante libro, Manuel Marrero Álvarez quiso obsequiar a la familia Puig-Afonso con unos ejemplares del mismo, lo cual se llevó a cabo recientemente en un emotivo y gratísimo encuentro celebrado en Playa de las Américas, convirtiéndose la ocasión, además,  en una evocación cariñosa de aquel viaje.

El citado capítulo, que aquí reproducimos, dice lo siguiente:

“Corría el año 1971, cuando el 26 de julio, a las ocho de la noche, sale de la bahía santacrucera la turbonave Montserrat con destino a Puerto España (Trinidad), Kingston (Jamaica), La Guaira (Venezuela) y Curazao (Antillas Holandesas). El barco iba al mando del capitán Adolfo F. López Merino y en Santa Cruz de Tenerife embarcaron 85 pasajeros, todos destinados a Venezuela.

También lo hizo Miss Europa, la bellísima tinerfeña Noelia Afonso Cabrera, la cual viajaba en compañía de su hermana Margarita, para realizar el viaje redondo Tenerife-Venezuela-Tenerife. Asimismo iba en el buque, su prometido Santiago Puig Serratusell, que meses más tarde iba a convertirse en su esposo. La ceremonia de la boda tuvo lugar el 8 de enero de 1972, en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Barcelona.

Noelia Afonso saluda al capitán López Merino, entre su hermana Margarita y Candelaria Díaz, esposa de Manuel Marrero Álvarez

Noelia Afonso, bella y radiante, entre Manuel Marrero Álvarez y el primer oficial del trasatlántico "Montserrat"

A bordo del Montserrat, todo fue especial en este viaje. Según contaron testigos directos, a las comidas suculentas, tradicionales de la compañía, se prodigaron los espectáculos nocturnos, programas musicales y todo tipo de festejos, de los que fueron protagonistas los pasajeros del buque, que guardaron un recuerdo imborrable de esta travesía. El capitán López Merino, que anteriormente había ejercido labores de sobrecargo en otros barcos de la Trasatlántica, era un consumado experto en este tipo de actos y por ello no extrañó el éxito del viaje.

Además, el buque se encontraba en óptimas condiciones, después de las reparaciones y mejoras a que fue sometido, como consecuencia de una desgraciada aventura en el Atlántico un año antes. Fue un excelente reclamo para la Compañía que veía cómo, a pesar del tiempo transcurrido y de la nueva y mejor imagen, los emigrantes y pasajeros en general evitaban viajar en este barco, pensando todavía que los contratiempos eran sus inseparables aliados.

Así era el trasatlántico "Montserrat" cuando Noelia Afonso viajó a Venezuela

Pero a partir de este viaje todo cambió. El número de pasajeros aumentó en el Montserrat y ya no había tanta diferencia con su hermano el Begoña, que arrasaba en el tráfico de Venezuela. Dio mucha tranquilidad y seguridad al pasaje ver que Miss Europa 1970, eligió este barco cuando muy bien pudo haber escogido otro de esta u otra compañía, porque, con toda seguridad, ofertas no le faltaban.

El regreso se produjo el 24 de agosto, prácticamente un mes después y al desembarcar en Santa Cruz de Tenerife, mientras bajaba por la escala del buque, la bella y encantadora Noelia daba muestras de radiante felicidad por lo placentero del viaje y las múltiples atenciones recibidas a bordo.

Contrastó la alegría, simpatía y belleza que nuestra Miss Europa paseó por el Montserrat, con la tristeza que se respiraba en el momento de la salida sin su presencia a bordo. El buque zarpó el día 25 del citado agosto a las siete de la mañana, con destino a Lisboa, Vigo y Southampton”.

Noelia Afonso entre Manuel Marrero Álvarez, su esposo Santiago Puig Serratusell y Juan Carlos Díaz Lorenzo